Algunas personas tienen suerte con sus trabajos y acaban siendo contratadas y enamorándose de ellos. Otros no tienen tanta suerte y temen el día que les espera desde el momento en que fichan. Luego están las personas que todos esperamos ser: las personas que consiguen el trabajo de sus sueños y no tienen que aclimatarse ni tardar en enamorarse de él.
Obviamente hay diferencias entre las personas que disfrutan de su trabajo y las que no. Las personas que aman ir a trabajar suelen ser mucho más felices, productivas y motivadas. Eso es evidente. Sin embargo, también hay diferencias entre las personas que hacen lo que les gusta y las que simplemente aman lo que hacen. Estas diferencias son mucho más difíciles de precisar. Ambos encuentran un ambiente de trabajo agradable, entonces, ¿qué los separa?
Pasión
Sí, ambos se apasionan por lo que hacen. Pero la persona que hace lo que ama tiene una pasión que viene de algún lugar mucho más profundo dentro de ella que la persona que ama lo que hace. Hacer lo que amas significa que has querido este trabajo de ensueño por la única razón de perseguir una pasión. El dinero, el lugar y la gente no importan tanto como el hecho de que simplemente estás en un lugar donde se te permite perseguir tu pasión.
Gratitud
Cuando estás haciendo algo que amas, se te ha dado la oportunidad de alcanzar una meta que te propusiste desde el momento en que descubriste tu sueño. Esta noción de oportunidad es la que te hace sentir muy agradecido por ser el destinatario de tu sueño.
Impulso
El impulso que tiene una persona que hace lo que le gusta está tan arraigado en ella que siempre está motivada para pensar en ello. Hacen lo que hacen porque no pueden imaginarse la vida sin ello, por lo que siempre están buscando la manera de sacar el mejor trabajo e ideas que puedan generar.
Prioridad
Aunque ames lo que haces, tu primera pasión siempre va a tener prioridad sobre tu trabajo, ya sea un hobby personal, una relación, etc. Esto no quiere decir que las personas que aman su trabajo sean unos holgazanes, sólo significa que las personas que hacen lo que aman están matando dos pájaros de un tiro: su pasión es su trabajo, por lo que siempre será el elemento más importante de su vida. Es como una extensión de sí mismos, y eso hace que sea mucho más difícil no darle prioridad. Las personas que hacen lo que aman son constantemente fiables y hacen el trabajo de los demás mucho más fácil.
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