Los derrames pleurales pueden desarrollarse en condiciones patológicas muy diferentes (14). Es importante caracterizar el derrame pleural e identificar su etiología (14). Los criterios de Light se aplican como primer paso para diferenciar los ET de los EE (2). Para el diagnóstico de los derrames pleurales se dispone de diferentes métodos radiológicos, como la ecografía, la TC y la RM. La ecografía, una modalidad radiológica fácilmente disponible y sencilla de usar, puede utilizarse para detectar la localización, la presencia de septación y la diferenciación de las masas (15). Sin embargo, en la mayoría de los casos, es insuficiente para caracterizar un derrame pleural el cálculo de los valores de atenuación de la TC, la medición de las intensidades de señal en la RM y el uso de un agente de contraste (8, 9).

La RMD ha surgido como un nuevo método para la caracterización del líquido pleural a nivel molecular (16). Hasta donde sabemos, sólo hay dos estudios en la literatura sobre la aplicación de la DW-RM al análisis del líquido pleural (16, 17). Un estudio constaba de 52 pacientes (16) y el otro incluía 58 pacientes (17). Ambos estudios informaron de que los valores de CDA en los EE eran significativamente inferiores a los de los TE, con Baysal et al. informando de valores de 3,18 × 10-3 ± 1,82 y 3,42 × 10-3 ± 0,76, respectivamente, e Inan et al. informando de valores de 3,3 × 10-3 ± 0,7 y 3,7 × 10-3 ± 0,3, respectivamente. En la presente serie, la media del CDA de los ET fue también significativamente mayor que la de los EE (3,71 × 10-3 ± 0,36 mm2/s y 3,22 × 10-3 ± 0,47 mm2/s, respectivamente). En el estudio de Baysal et al. (16), el valor de corte para el CDA fue de 3,38 × 10-3 mm2/s, y la especificidad, la sensibilidad, el valor predictivo negativo, el valor predictivo positivo y la tasa de precisión diagnóstica fueron del 85%, 90,6%, 85%, 90,6% y 88,5% respectivamente. Inan et al. (17) comunicaron un valor de corte para los CDA de 3,6 × 10-3 mm2/s y una especificidad, sensibilidad, valor predictivo negativo, valor predictivo positivo y tasa de precisión diagnóstica del 63%, 71%, 68%, 66% y 67% respectivamente. En el presente estudio, el valor de corte para los CDA fue de 3,51 × 10-3 mm2/s. La sensibilidad (90,4%) fue similar a la comunicada por Baysal et al. (16) pero notablemente superior a la encontrada por Inan et al. (17). La especificidad (78%) fue inferior a la comunicada por Baysal et al. (16) pero notablemente superior a la comunicada por Inan et al. (17). Los índices de valor predictivo negativo (86,5%), valor predictivo positivo (83,9%) y precisión diagnóstica (84,9%) fueron similares a los encontrados por Baysal et al. (16), pero superiores a los registrados por Inan et al. (17).

Las diferencias en el contenido del líquido pleural afectan a los valores de CDA. El líquido de los derrames paraneumónicos, los derrames malignos y la pleuritis tuberculosa se caracteriza por la proteinosis. Las células inflamatorias, las células malignas, los linfocitos y los quilotórax contienen cristales de colesterol. Los valores del CDA son generalmente más bajos en los derrames que contienen estos tipos de células, así como en las células que contienen complejos de lecitina-globulina (6). Por el contrario, como consecuencia de la baja viscosidad, los valores de ADC son elevados en los ET (6). Los criterios de Light son el método de referencia para distinguir entre ET y EE. Aunque la sensibilidad de los criterios de Light es suficiente, la especificidad es relativamente baja, especialmente en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva y ET (18). El contenido proteico del líquido pleural aumenta como resultado de la diuresis en la insuficiencia cardíaca congestiva tratada con diuréticos (18). Por lo tanto, los derrames pueden clasificarse erróneamente como EE (18). Según la literatura, entre el 15% y el 30% de los ET pueden ser clasificados erróneamente como EE consumiendo los criterios de Light, principalmente en pacientes que reciben tratamiento con diuréticos (16). Por lo tanto, en algunos casos de derrames pleurales clasificados como ET se pueden utilizar innecesariamente métodos diagnósticos avanzados. En los estudios realizados por Baysal et al. e Inan et al. (16, 17), los ET en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva que recibían un diurético se describieron como falsos EE sobre el CDA. Los autores atribuyeron este hallazgo a un aumento de las concentraciones de proteínas asociado al tratamiento con diuréticos. En contraste con la literatura (16, 17), en el presente estudio, de 13 pacientes que recibían tratamiento con diuréticos, dos derrames se clasificaron como ET y 11 se clasificaron como EE según los criterios de Light, mientras que dos derrames se clasificaron como EE y 11 se clasificaron como ET basándose en los valores del CDA. Nueve de los 11 TEs fueron clasificados como EEs según los criterios de Light, mientras que fueron clasificados como TEs según los valores de ADC.

Una posible explicación para este hallazgo puede ser que los criterios de Light podrían estar distorsionados ante los valores de ADC. Los hallazgos sugieren que los CDA pueden tener un valor diagnóstico importante en presencia del uso de diuréticos a corto plazo. Sin embargo, se necesitan estudios con un mayor número de pacientes para arrojar luz sobre esta cuestión.

El uso de la DW-RM del tórax tiene varias limitaciones, como los artefactos de movimiento fisiológico inducidos por las actividades cardíacas y respiratorias (19). Los efectos de estas actividades pueden reducirse mediante el uso de secuencias activadas por el pulso y de retención de la respiración (20). Las imágenes de mejor calidad pueden obtenerse mediante secuencias de imagen eco de espín de un solo disparo (SS-SE-EPI) con retención de la respiración, debido a su rápida capacidad de adquisición y su elevada relación señal/ruido (19-21). Las imágenes paralelas son vitales para reducir la distorsión de las secuencias SS-SE-EPI DW-MRI (20). Los resultados superiores del presente estudio en comparación con los de estudios anteriores (16, 17) pueden atribuirse al uso de secuencias de eco de espín de disparo único y activadas por la respiración. Lo anterior no se utilizó en los otros estudios (16, 17). Como se informó anteriormente, las secuencias EPI pueden provocar distorsiones anatómicas debido a sus efectos de susceptibilidad (19). En un estudio de 12 pacientes, Murtz et al. (19) utilizaron una secuencia SS-SE- EPI con disparo de electrocardiografía para minimizar los efectos de las pulsaciones cardíacas. Descubrieron que la RM-DW, realizada sin disparo de pulsos, provocaba una disminución de la exactitud de los cálculos de ADC en los órganos abdominales. Por lo tanto, la exactitud de los valores de ADC en el líquido plural puede mejorarse utilizando la técnica de disparo por pulso. Una limitación del presente estudio fue que no se utilizó la DW-MRI activada por impulsos.

Concluimos que el valor de ADC es un parámetro de imagen no invasivo, fiable y reproducible, que puede ser útil en la evaluación y caracterización de los derrames pleurales. Como la RM-DW es rápida y sencilla de realizar, puede incorporarse fácilmente a los exámenes cardíacos y torácicos. La RM-DW puede ayudar al radiólogo a caracterizar los derrames pleurales. Los resultados del presente estudio deben confirmarse en otros estudios que incluyan series más amplias.