Al editor:

Presentamos el caso de un paciente con cavitación pulmonar de etiología extremadamente inusual, que supuso un importante reto diagnóstico a pesar de la participación multidisciplinar. Un varón de 54 años se presentó con una historia de 6 semanas de hemoptisis asociada a fatiga, sudoración nocturna y disnea. Sus antecedentes médicos eran significativos para la colocación de un stent en la arteria coronaria (tratado con aspirina). No había antecedentes de exposición a la tuberculosis. Tenía un historial de tabaquismo de 50 años, consumo excesivo de alcohol y había trabajado en la construcción, aunque negaba la exposición al amianto. En la exploración física, las constantes vitales eran normales, su dentición era deficiente, no había palos digitales y la auscultación del tórax era anodina.

La radiografía inicial de tórax mostró una cavidad del lóbulo superior derecho (LAD). Las pruebas de laboratorio confirmaron un recuento sanguíneo completo y perfiles renales, óseos y de coagulación normales. Una prueba de anticuerpos citoplasmáticos antineutrófilos (ANCA) fue negativa. Los niveles de γ-glutamiltransferasa (91 UI-L-1, rango normal 11-67 UI-L-1), proteína C-reactiva (215 mg-L-1, rango normal <7 mg-L-1) y lactato deshidrogenasa (334 UI-L-1, rango normal 120-220 UI-L-1) estaban elevados. Se cultivó Candida albicans en el esputo; los hemocultivos eran estériles y el análisis de orina era normal. La tomografía computarizada (TC) torácica demostró una cavidad de paredes gruesas de 7×5×5 cm de RUL que colindaba con la pleura con lesiones nodulares adyacentes (fig. 1). La broncoscopia no presentaba ningún signo y los cultivos y pruebas de rutina para micobacterias en los lavados bronquiales fueron negativos. No se demostró ninguna evidencia de malignidad en los lavados bronquiales, en las biopsias transbronquiales guiadas por fluoroscopia ni en la biopsia pulmonar percutánea guiada por TC.