La eyaculación precoz es el principal motivo por el cual los hombres consultan a un sexólogo. Esto pone en evidencia que la sexualidad, al igual que escribir, hablar o caminar, se aprende. Y como todo lo que se aprende, puede aprenderse bien o mal.
Vale la pena aclarar que el problema no tiene un equivalente en la sexualidad femenina, porque el hecho de que una mujer «termine» rápido no es un inconveniente. A diferencia de los hombres, las mujeres pueden tener más de un orgasmo por relación, lo que se conoce como la capacidad multiorgásmica. Pero para los hombres se convierte en un conflicto porque después de eyacular tienen que atravesar el período refractario, que es el tiempo necesario para poder tener una nueva erección.
Un problema con solución
Es eyaculador precoz aquél hombre que durante el aprendizaje de su sexualidad no ha adquirido, o bien ha perdido, su capacidad de decidir el momento de eyacular. En otras palabras, quien no tiene un control voluntario sobre su sexualidad.
La buena noticia es que, así como representa una de las disfunciones sexuales más frecuentes e inquietantes, también es una de las más fáciles de resolver. La solución es re-educar el reflejo eyaculatorio, y esto se logra desaprendiendo un aprendizaje (el de la eyaculación rápida), para aprender una nueva forma que implica el control eyaculatorio.
Entonces, si pensamos en una de las funciones primordiales de la sexualidad, que es la de la procreación, la eyaculación precoz no sería un problema. Pero cuando lo que buscamos es el placer, ésta se transforma en algo que frustra tanto a hombres como a mujeres alrededor del mundo.
Lo que hay que intentar es no llegar al momento de la inevitabilidad eyaculatoria (momento en el que ya no se puede evitar la eyaculación), y esto se logra con una percepción más precisa de lo que sentimos durante la relación. Muchas veces se piensa que el hombre que no puede elegir en qué momento eyacular es muy sensible. Pero, en realidad, es todo lo contrario: no puede percibir las sensaciones corporales que le van marcando la cercanía del orgasmo.
Resolver el problema de la eyaculación precoz impacta directamente en la calidad de vida del hombre, favorece la relación con su pareja y mejora considerablemente su autoestima.
Hábitos que ayudan
En algunos casos, para resolver el problema, hay que consultar a un profesional. En otras ocasiones se puede mejorar siguiendo algunos consejos prácticos:
* Es fundamental comprender que es un problema que surge de un mal aprendizaje de la sexualidad. Se aprende por repetición y, en este caso, lo que se repite es la eyaculación sin control. Para modificar este aprendizaje, hay que empezar a repetir experiencias diferentes donde se logre controlar la eyaculación.
* Son tan importantes los encuentros sexuales como la masturbación. De hecho, es el entrenamiento para el coito.
* Hacer hincapié en los juegos previos, la relación no es sólo la penetración.
* Si el hombre está en pareja es fundamental que cuente con su apoyo y que la mujer comprenda el problema.
* La respiración es clave. Hay que mantenerla en forma consciente, calma y rítmica, tanto en la masturbación como en el juego previo y el coito
* Los ejercicios de Kegel son muy útiles. Consisten en la contracción y relajación del músculo pubo coccigeo.
* Tener una frecuencia sexual (coito o masturbación) de por lo menos tres eyaculaciones semanales para incorporar este nuevo aprendizaje.
* Existen preservativos que están lubricados con benzocaína y ayudan a prolongar la relación. Se pueden usar tanto para la relación sexual como para la masturbación.
* Resolver el problema lleva tiempo: no hay que perder la paciencia y debemos estar atentos a los avances.
Ninguno de estos consejos funciona de forma independiente, lo que sucede es que juntos se potencian: pueden ayudarnos, y mucho. Lo positivo es que, a pesar de ser el problema sexual más frecuente, también es el que presenta mejor pronóstico.
Por Patricio Gómez Di Leva, sexólogo del Departamento de Educación Sexual de preservativos PRIME Argentina.
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