Compartir no es algo natural para algunos niños… lo que significa que constantemente tienes que lidiar con discusiones sobre «a quién le toca» y «quién lo tuvo primero». En lugar de obligarles a renunciar a su juguete favorito o de entablar una lucha de poder, utiliza estas 10 «reglas para compartir» para ayudar a tus hijos a practicar el intercambio de juguetes con sus hermanos.
«Siento que necesito dos de todo», te lamentas con un amigo mientras tus hijos discuten en el salón.
«No importaría. Aunque tuviera dos de todo, seguirían encontrando algo por lo que pelearse», responde tu amiga.
Suspirando, das un sorbo a tu café, cierras los ojos e intentas ignorar el ruido.
¿Qué pasaría si borraras todo lo que has enseñado a tus hijos sobre compartir y empezaras de cero? ¿Qué reglas o directrices establecerías?
Compartir juguetes: 10 «reglas» para hermanos
En lugar de pensar en esta lista como una engorrosa lista de expectativas, considérala un punto de partida. Una oportunidad para ver el concepto de compartir juguetes desde una perspectiva diferente.
- Compartir es una elección: Empieza por establecer la expectativa de que nadie está obligado a compartir. Obligar a los niños a compartir suele generar resentimiento y amargura. En su lugar, fomente la amabilidad y la empatía modelando el comportamiento que desea ver. Use el respeto y la paciencia para guiar a sus hijos a través de los altibajos de compartir.
- Déles las palabras: Los niños necesitan aprender a pedir el uso de algo, a unirse respetuosamente a un juego, a negarse educadamente a compartir, a pedir más tiempo con un juguete, etc. Ralentiza la conversación y dale tiempo a tus hijos para que aprendan y practiquen estas frases antes de esperar que las hagan bien.
- Define la palabra «mío»: Cuando los niños afirman que algo es «¡mío!», en realidad pueden estar tratando de decir: «Estoy usando esto ahora mismo» o «Me gustaría usarlo pronto» o «Me preocupa que lo rompas». En lugar de entrar en una lucha de poder por el verdadero dueño, ayude a su hijo a utilizar un lenguaje diferente para expresar sus sentimientos y encontrar una solución.
- Tomar turnos requiere práctica: Los niños deben saber que hay muchas opciones a la hora de tomar turnos. A medida que construyan su caja de herramientas llena de ideas, pueden hacer una lluvia de ideas juntos para encontrar el mejor método. Utilizar un temporizador, establecer un horario, contar los saltos en un trampolín o dar el crayón azul cuando terminen de colorear el cielo son soluciones que se pueden explorar.
- Los juguetes especiales necesitan un lugar especial: Permita que cada niño tenga algunos juguetes, juegos u objetos que no tenga que compartir o que pueda elegir compartir con ciertas personas, a su discreción. Asegúrese de que cada niño tenga un lugar seguro donde guardar estos objetos para que otros niños no los molesten o jueguen con ellos sin permiso.
- El comercio puede mantener la paz: Desde fuera, el intercambio puede parecer un negocio turbio, pero también es una habilidad social inteligente que los niños pueden utilizar para navegar por las citas de juego y las amistades. Ofrecer un juguete diferente, empaquetar unos cuantos juguetes (y tres pegatinas) o permitir que su hermano juegue con un juguete que normalmente está prohibido puede ser una buena forma de jugar juntos de forma pacífica.
- Los turnos largos son aceptables: En lugar de establecer una regla aleatoria de «se acabó el tiempo», cree un lenguaje común en el hogar para dar a los niños la opción de usar un juguete durante un tiempo prolongado. Si alguien pide el juguete, el niño puede decir: «Tengo un turno largo». A continuación, pueden explicar cuándo se acabará el turno largo: a la mañana siguiente, después de comer, etc.
- Los juguetes nuevos tienen prioridad: Los regalos de cumpleaños u otros obsequios tienen una prioridad especial sobre los juguetes y juegos cotidianos. Mientras que algunos niños pueden compartir de buen grado sus juguetes nuevos, otros pueden ser más protectores. En lugar de obligarles a compartirlos de inmediato, dales la oportunidad de disfrutar de la emoción de tener algo nuevo.
- Los grandes sentimientos están bien: Habrá ocasiones en las que un hermano diga «no» a la petición de unirse a un juego, o cuando otro tenga un turno largo con un juguete. Hazle saber a tu hijo que está bien que se enfade. Empatice con estos sentimientos. Explore formas de gestionar la decepción o la tristeza. Hable de lo que pueden hacer mientras esperan su turno.
- Puede pedir ayuda: A veces, la situación es demasiado intensa o complicada para que los niños lleguen a una conclusión pacífica. Haz saber a tus hijos que pueden acudir a ti cuando estén atascados. Tu papel es escuchar y facilitar la conversación entre los hermanos, en lugar de elegir un bando o crear una solución.
Poniendo en práctica las reglas de compartir
Esta lista puede parecer abrumadora al principio. No se asuste. No tienes que hacer una revisión completa de las reglas de compartir de tu familia de la noche a la mañana. Revisa la lista y elige una o dos en las que quieras centrarte primero. O bien, siéntese con sus hijos y pídales su opinión.
El objetivo no es tener un conjunto rígido de «reglas», sino una forma de cambiar la atmósfera en torno a compartir en su hogar.
Introducir la comunicación respetuosa, la resolución de problemas y la empatía en la mezcla.
Y… evitar comprar dos (o tres, o cuatro!) de todo.
No es demasiado tarde.
Quizás estés pensando… «Bueno, no tiene remedio. Mis hijos son demasiado mayores para aprender estas habilidades».
O bien, «Ojalá se pelearan por los juguetes. Hemos pasado a cosas más grandes -y más difíciles de compartir- como los ipads y los sistemas de juego.»
Tienes razón, cuanto más crecen tus hijos, más compleja puede ser la rivalidad entre hermanos. PERO, los niños mayores son capaces de participar en discusiones, pensar críticamente en situaciones difíciles y ser parte de la solución.
Así que, toma las reglas anteriores y adáptalas para que se ajusten a la edad o etapa de desarrollo de tus hijos. Abra la conversación y vea qué ideas pueden aportar.
Puede que se sorprenda gratamente con los resultados.
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