Revisado por Jason M. Highsmith, MD

La cirugía para la cifosis anormal suele ser la última opción de tratamiento que se intenta; primero deben probarse los tratamientos no quirúrgicos, como la fisioterapia. Si el dolor y otros síntomas no disminuyen después de varios meses de tratamientos no quirúrgicos, el médico puede sugerir la cirugía. Otros criterios que se tienen en cuenta para la cirugía de la cifosis anormal son:

  • Gravedad de la curva: La gravedad de la curva depende de dónde tenga la columna vertebral la curva hipercifótica. En la zona media de la espalda (columna torácica), las curvas superiores a 80° se consideran graves; en la zona media y baja de la espalda (toracolumbar), las curvas superiores a 60°-70° son graves. Una curva toracolumbar dará al paciente una deformidad más severa y notable; por eso se consideran severas a los 60°-70°.
  • Progresión de la curva: Si la curva empeora rápidamente, a pesar de los tratamientos no quirúrgicos, el médico puede recomendar la cirugía para corregir la curva y evitar que empeore.
  • Equilibrio: Inclinarse tanto hacia delante puede afectar a su equilibrio, por lo que si la curva le está dificultando su vida diaria porque está desequilibrada, puede necesitar una cirugía para reequilibrar la columna.
  • Síntomas neurológicos: La cifosis puede afectar a los nervios espinales porque los cambios en la columna vertebral -como las fracturas vertebrales- pueden causar pellizcos en los nervios. Puede tener debilidad, entumecimiento u hormigueo, y en casos graves, cuando se recomienda la cirugía, puede tener disfunción intestinal o vesical.

La cirugía para la cifosis anormal tiene varios objetivos principales:

  • Reducir la deformidad
  • Reducir el dolor y cualquier síntoma neurológico
  • Evitar que la curva empeore

En función de estos objetivos y de su caso particular, el cirujano hará la mejor recomendación para la cirugía. Algunas cirugías típicas utilizadas para la cifosis son:

  • Osteotomía: Durante una osteotomía, se corta el hueso para corregir las deformidades angulares. Los extremos del hueso se realinean y se dejan curar. La instrumentación y la fusión de la columna vertebral pueden combinarse con una osteotomía para estabilizar la columna durante la curación (véase más adelante).
  • Instrumentación y fusión de la columna vertebral: Una vez que se ha realineado la columna vertebral mediante una osteotomía, el cirujano tendrá que estabilizarla para ayudar a que la columna sane en la nueva posición. Para ello, el cirujano crea un entorno en el que los huesos de la columna se fusionarán con el tiempo (normalmente durante varios meses o más). El cirujano utiliza un injerto óseo (normalmente también con hueso de un donante) o una sustancia biológica (que estimulará el crecimiento del hueso). La fusión detendrá el movimiento entre las vértebras, proporcionando estabilidad a largo plazo.
    El cirujano puede utilizar instrumentación para la columna vertebral -alambres, cables, tornillos, varillas y placas- para aumentar la estabilidad a medida que los huesos se fusionan. Después de la cirugía, los instrumentos no pueden verse, ya que son pequeños y están dentro de su cuerpo.

El cirujano puede elegir realizar su cirugía desde la parte delantera (abordaje anterior), la parte trasera (abordaje posterior) o una combinación (abordaje anterior-posterior). El enfoque quirúrgico se elegirá en función de la ubicación y la gravedad de la curva cifótica.

Cifoplastia de globo: Una cirugía especial para la cifosis causada por fracturas vertebrales

La cifoplastia de globo puede considerarse una opción de tratamiento en determinados pacientes con fractura por compresión. La cifoplastia es un tratamiento mínimamente invasivo, lo que significa que se realiza a través de incisiones muy pequeñas. Las cirugías mínimamente invasivas también tienen un tiempo de recuperación más corto que las cirugías tradicionales. En la cifoplastia con balón, se introduce un balón ortopédico especial en la vértebra comprimida (colapsada). Se infla para intentar devolver a la vértebra su altura y posición correctas. El globo crea un espacio vacío en la vértebra, que se rellena con un cemento quirúrgico que ayuda a estabilizar la fractura.

Nota quirúrgica importante

Aunque el cirujano recomiende la operación, no está obligado a realizarla. Pregunte siempre el objetivo de la operación, los resultados que puede esperar y las posibles complicaciones. No dude en pedir una segunda opinión; está en su derecho. Su médico debería estar encantado de remitirle a un especialista para que reevalúe su condición y le ayude a tomar una decisión informada sobre su tratamiento.

Riesgos quirúrgicos

Cualquier tipo de cirugía tiene riesgos inherentes. La cirugía de cifosis anormal en adultos conlleva un gran riesgo de lesión nerviosa, por lo que antes de decidir someterse a la cirugía, debe sopesar los posibles beneficios. Si los beneficios superan los riesgos, entonces debería considerar seriamente la cirugía.

Su médico hablará de los posibles riesgos con usted antes de pedirle que firme un formulario de consentimiento quirúrgico. Las posibles complicaciones incluyen, pero no se limitan a:

  • lesión de su médula espinal o nervios
  • no cicatrización de la fusión ósea (pseudoartrosis)
  • no mejora
  • rotura/fracaso de la instrumentación
  • infección y/o dolor en el lugar del injerto óseo

Las complicaciones podrían llevar a más cirugía, así que, de nuevo, asegúrese de que entiende completamente su cirugía y los riesgos antes de proceder. La decisión de operarse es suya y sólo suya.

Recuperación de la cirugía de cifosis

Después de la cirugía, debe esperar algo de dolor y/o molestias durante un tiempo, especialmente si se sometió a una cirugía «tradicional» (osteotomía y fusión). A menudo, durante los primeros días después de la cirugía, se utiliza la analgesia controlada por el paciente (PCA) para controlar el dolor. Una máquina de PCA le permite determinar cuándo recibirá la medicación para el dolor a través de una aguja en el brazo. Este «control por parte del paciente» ayuda a garantizar que nunca tenga que sufrir un dolor importante cuando se recupere de la operación.

Por lo general, a los pocos días de la operación, su médico le remitirá a un fisioterapeuta que creará un programa personalizado para usted. Los objetivos del programa serán aumentar cuidadosamente y de forma constante su fuerza, flexibilidad y amplitud de movimiento. Continuará con la fisioterapia durante algún tiempo y lo más probable es que le den ejercicios para hacer en casa.

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Postura y cifosis