La cirugía del conducto lagrimal o dacriocistorrinostomía (DCR)

La cirugía del conducto lagrimal, o dacriocistorrinostomía (DCR), es un procedimiento quirúrgico realizado por oftalmólogos para desbloquear o drenar conductos lagrimales obstruidos o infectados u otras partes del sistema lagrimal. Una obstrucción del sistema lagrimal puede dar lugar a un lagrimeo excesivo, a la falta de lágrimas o a una infección en el sistema de drenaje. La cirugía de los conductos lagrimales es más frecuente en oftalmología pediátrica.

Cómo se obstruyen los conductos lagrimales

Las lágrimas son necesarias para mantener los ojos sanos y húmedos. Se producen a partir de una glándula situada bajo el párpado superior, llamada glándula lagrimal, y drenan en unos diminutos orificios (puntos lagrimales) situados en la esquina interna donde se unen los párpados superior e inferior.

Cuando parpadeamos, las lágrimas se bombean hacia la nariz a través del conducto lagrimal (conducto nasolagrimal) y se reabsorben en el organismo. El conducto nasolagrimal puede obstruirse impidiendo el drenaje normal de las lágrimas y aumentando el riesgo de inflamación e infección ocular.

Causas comunes de obstrucción del conducto lagrimal

Los conductos lagrimales pueden obstruirse sin presentar una razón obvia. La obstrucción puede ser parcial o total, y puede producirse en cualquier parte del sistema de drenaje lagrimal.

Las causas más comunes de obstrucción nasolagrimal son:

  • El envejecimiento: Con el tiempo, los puntos (aberturas de los conductos lagrimales) pueden estrecharse y causar obstrucción
  • Infección: Puede causar inflamación y obstrucción
  • Cirugía o lesión previa: Las cicatrices o los daños óseos pueden obstruir el flujo lagrimal
  • Debilidad de los párpados
  • Células de la piel sueltas o partículas de suciedad: Pueden alojarse en los conductos lagrimales
  • Gotas oculares medicadas: El uso prolongado de algunos medicamentos puede provocar la obstrucción
  • Tumor
  • Tratamiento del cáncer: Los conductos lagrimales pueden verse afectados por los tratamientos de radiación o quimioterapia

Síntomas de la obstrucción del conducto nasolagrimal (bloqueo del conducto lagrimal)

Los pacientes pueden no ser conscientes de los síntomas al inicio de la obstrucción del conducto nasolagrimal. Pueden notar que les lloran los ojos, pero no se dan cuenta de que la sobreproducción de lágrimas es en realidad un conducto lagrimal obstruido. Aunque una obstrucción puede resolverse por sí sola, también puede provocar infecciones continuas dentro del saco lagrimal (que recoge las lágrimas), inflamación ocular y acumulación de mucosidad.

Los síntomas de la obstrucción del conducto nasolagrimal incluyen:

  • Enrojecimiento o inflamación del ojo
  • Visión borrosa
  • Infecciones recurrentes, como la conjuntivitis (ojo rosado)
  • Lagrimación excesiva
  • Secreción o costra ocular

Diagnóstico de la obstrucción del conducto nasolagrimal (conducto lagrimal obstruido)

El diagnóstico de un conducto lagrimal obstruido implica descubrir dónde se encuentra la obstrucción dentro del sistema lagrimal. Si se sospecha que hay un conducto lagrimal obstruido, el médico realizará una prueba de drenaje lagrimal para medir si las lágrimas drenan correctamente. Se coloca una gota de un colorante inofensivo en la superficie del ojo y se observa. La cantidad de tinte que drena del ojo determinará si el conducto está bloqueado.

Otras pruebas que pueden utilizarse para diagnosticar un conducto lagrimal bloqueado son:

  • Sonda e irrigación: Se coloca un tubo fino (sonda) en el sistema lagrimal para determinar si el conducto está abierto. A continuación, se hace pasar una solución salina por el conducto nasolagrimal para comprobar si el drenaje lagrimal es normal.
  • Pruebas de imagen: Se pueden utilizar rayos X, tomografía computarizada o resonancia magnética para rastrear un tinte especial colocado en el sistema de drenaje lagrimal y localizar cualquier obstrucción.

Tratamiento de la obstrucción del conducto nasolagrimal (conducto lagrimal bloqueado)

El tratamiento de una obstrucción en el sistema de drenaje lagrimal suele requerir una cirugía del conducto lagrimal, un procedimiento quirúrgico, para desbloquear el conducto nasolagrimal. Esta cirugía de drenaje lagrimal se denomina dacriocistorrinostomía (DCR). Si el conducto lagrimal está parcialmente obstruido, el médico puede intentar abrir el conducto haciendo pasar agua por él. Si esto no tiene éxito o si el conducto está completamente bloqueado, la cirugía de drenaje lagrimal suele ser el tratamiento más eficaz.

Los tipos de cirugía del conducto lagrimal incluyen:

  • DCR externa: Se realiza una pequeña incisión en la parte superior de la nariz, cerca del puente. El médico retira un pequeño trozo de hueso para permitir el drenaje entre el saco lagrimal y la nariz. En algunos casos, se inserta un tubo temporal en la abertura para evitar la cicatrización y mantener el conducto abierto. La abertura se cierra con suturas y la sonda se retira unas 8 semanas después.
  • DCR endoscópica o endonasal: Cirugía de drenaje lagrimal realizada a través de la nariz utilizando un endoscopio, un pequeño tubo con una diminuta cámara y una luz conectada. El procedimiento endoscópico se realiza de forma similar a la DCR externa sin la incisión en la piel.
  • Implantación de un conducto lagrimal artificial: Procedimiento quirúrgico en el que se implanta un tubo similar a un cristal (tubo de Jones) detrás del párpado para facilitar el drenaje de las lágrimas. Estos conductos lagrimales artificiales permanentes suelen utilizarse cuando el conducto nasolagrimal no puede abrirse o repararse.

La dacriocistorrinostomía suele realizarse como procedimiento ambulatorio bajo anestesia general.

Cuidados postoperatorios de la dacriocistorrinostomía (cirugía de drenaje del conducto lagrimal)

Después de la cirugía de drenaje lagrimal, es posible que experimente alguna secreción nasal con sangre durante varios días. Absténgase de sonarse la nariz durante al menos cinco días después de la cirugía. Su médico le recomendará un spray descongestionante nasal, una pomada antibiótica para el lugar de la incisión y gotas para los ojos para prevenir la infección y la inflamación.

Consejos adicionales para la recuperación de la RCD incluyen:

  • Mantener limpio el lugar de la incisión
  • Evitar actividades que puedan permitir la entrada de suciedad en la herida
  • Utilizar compresas de hielo (4 veces al día durante 2 días) para reducir la hinchazón
  • Abstenerse de actividades extenuantes
  • Utilizar un humidificador para mantener el aire húmedo
  • Utilizar gotas nasales de solución salina o Afrin para eliminar la mucosa de las fosas nasales
  • No nadar durante 2 semanas después de la cirugía
  • Limpiar la herida con una punta Q-y peróxido si es necesario

Su médico le retirará las suturas aproximadamente una semana después de su cirugía de drenaje de lágrimas. Las cicatrices suelen tardar unos meses en desaparecer. Si usted experimenta sangrado nasal excesivo, fiebre, o su herida es roja y sensible, póngase en contacto con nuestra oficina tan pronto como sea posible.

Si usted tiene síntomas de un conducto lagrimal bloqueado o está interesado en ser evaluado para una blefaroplastia, por favor, programe una cita.

Si desea obtener más información acerca de la cirugía del conducto lagrimal para la obstrucción del conducto nasolagrimal (conductos lagrimales bloqueados), por favor llame a nuestra oficina de Fort Worth al 817-732-5593.