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Ser padre es difícil, pero ser un buen padre cristiano es más difícil. No sólo tienes que trabajar en ser un buen cristiano todos los días, también tienes que pensar constantemente en cómo puedes ser un buen padre para tu hijo.

La paternidad es un trabajo de 24 horas al día, 7 días a la semana y no puedes tomarte un descanso. Es un deber y una obligación de por vida para con tus hijos. A veces, te quedarás corto pero oye, la vida es así y no hay que rendirse. Ten en cuenta que tú, ser padre o madre es parte de los planes de Dios, y Él sabe que tienes lo que necesitas dentro de ti para ser una gran madre o padre. Lo que debes recordar es que si necesitas Su guía, siempre puedes orar a Él, y referirte a la Biblia para obtener algo de ayuda y dirección.

Aquí hay 5 versículos bíblicos sobre cómo ser un buen padre:

1. La crianza de los hijos debe hacerse en todas partes.

Deuteronomio 6:7-9: «Las enseñarás con diligencia a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa, y cuando andes por el camino, y cuando te acuestes, y cuando te levantes. Las atarás como una señal en tu mano, y serán como frontales entre tus ojos. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas»

Enseñar a los niños sobre el bien y el mal no puede hacerse simplemente diciéndoles lo que deben hacer. Los niños siguen mi ejemplo y tú debes ser ese ejemplo. Tienes que asumir esta responsabilidad de ser un modelo para tu hijo dondequiera que vayas y a cualquier hora del día. Esto le enseña al niño que ser bueno debe ser constante y no sólo cuando es necesario.

2. Mamá y papá deben respetarse mutuamente.

Efesios 5:21 «Sométanse los unos a los otros por reverencia a Cristo»

Como he mencionado antes, los niños siguen el ejemplo, así que si él-ella vive en un hogar caótico, ese es el hábito que seguirá. Por eso es muy importante que el marido y la mujer establezcan sus roles en el hogar, se respeten mutuamente y se sometan el uno al otro. De este modo, tu hijo también aprende sobre el orden y, al mismo tiempo, entiende lo que es el respeto. Su hijo entonces lo respetará a usted y a sus enseñanzas también.

3. Debe haber disciplina.

Proverbios 13:24: «El que escatima la vara odia a su hijo, pero el que lo ama tiene cuidado de disciplinarlo»

Para ser un buen padre, siempre debe disciplinar a su hijo. Simplemente no hay excusa para esto. Si ves que tu hijo hace algo mal, llámale la atención. En el momento en que no lo disciplines, tu hijo pensará que lo que está haciendo está bien y que puede salirse con la suya fácilmente. La Biblia siempre habló de que los padres deben disciplinar e instruir a sus hijos para que los niños crezcan con respeto y obediencia a la autoridad.

4. No seas egoísta.

Hebreos 12:11: «Por el momento toda disciplina parece más bien dolorosa que agradable, pero más tarde da el fruto apacible de la justicia a los que han sido instruidos por ella».

Es cierto. Los padres se duelen cuando tienen que disciplinar a sus hijos. No es un sentimiento agradable y no hay satisfacción en disciplinar a un niño. Sin embargo, hay que hacerlo. La Biblia reconoce que la disciplina parece dolorosa pero el fruto es la justicia. No disciplinar a un hijo es egoísta porque sólo estás protegiendo tus propios sentimientos. Hágalo por ellos.

5. Lleva a los niños a la iglesia.

Proverbios 22:6: «Instruye al niño en el camino que debe seguir, y cuando sea viejo no se apartará de él»

Como padre cristiano, usted tiene la obligación de enseñar a su hijo sobre Dios y llevarlo a la iglesia. Es vital para el entendimiento y la fe de su hijo que usted los inicie desde pequeños. No sólo estarán inmersos en un ambiente espiritual desde temprano, sino que también verán a su mamá y a su papá estudiar la Palabra y adorar al Señor. Esto será una inspiración para ellos.

Al principio será un gran desafío para cualquier padre criar a sus hijos en la dirección correcta. Pero una vez que haya sentado las bases y haga que su hijo entienda los conceptos de respeto y obediencia, será más fácil. Como padres, no olvidéis nunca que también debéis vigilar cada palabra que decís y cada acción que hacéis. Eres el héroe de tu hijo y debes hacer lo posible por mantenerlo.