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Cuando comienza a componer un trabajo de argumentación, probablemente ha leído una amplia variedad de discusiones sobre el tema, ha elegido varias piezas clave de investigación que desea incluir, ha construido al menos una declaración de tesis de trabajo y ha desarrollado al menos tres razones sólidas que apoyarán la tesis. Puede que incluso tengas un esquema. Es hora de empezar a escribir, pero ya estás atascado. Abrumado por toda la información que quieres comunicar, no sabes por dónde ni cómo empezar.

¿Te resulta familiar?

Escribir una introducción eficaz para un trabajo de investigación es una de las tareas más difíciles a las que se enfrentan los estudiantes al comenzar el proceso de escritura. Las introducciones son más que un simple «gancho». Antes de sentarse a escribir, es importante tener en cuenta algunos puntos clave:

1. ¿Cuál es su propósito retórico?

Entender el propósito retórico ayuda a aclarar qué es exactamente lo que quiere que haga su escrito en cada etapa del mismo. Considere lo que quiere que haga la introducción:

– ¿Necesita captar la atención del público exponiendo estadísticas sorprendentes?

– ¿Sería más eficaz contar una narración para crear empatía?

– ¿Necesita el argumento información histórica o antecedentes para informar al lector sobre el tema?

A continuación encontrará una lista de propósitos retóricos que le ayudarán a aclarar lo que quiere que su introducción logre (esto puede hacerse para cada sección o párrafo):

– Explicar

– Informar

– Desafiar

– Crear interés

– Describir

– Argumentar

Pregúntese, ¿qué quiero o necesito hacer exactamente en este párrafo? Una vez que pueda responder a esta pregunta, podrá decidir más fácilmente cómo comenzar.

2. ¿Quién es su público?

Su instructor le ha asignado la tarea de escribir un trabajo de investigación, pero tenga en cuenta que aunque esté escribiendo este trabajo para una tarea de clase que su instructor calificará, su instructor no es el único público. Lo más probable es que escribas para un público general y una comunidad académica, a menos que se indique lo contrario. Ten en cuenta este público cuando empieces a redactar la introducción. Si todavía no tienes claro cuál es tu propósito retórico, considerar quién será tu audiencia puede ayudarte a clarificar el propósito. ¿Qué necesitan saber? Responder a esta pregunta le ayudará a planificar su estrategia.

3. ¿Cuál es su enfoque?

Considere un correo electrónico; un correo electrónico tiene una línea de asunto para identificar cuál es el contenido para el destinatario. Esta es una forma simplificada de pensar en el enfoque de su documento. Sea específico. Siga preguntándose, ¿qué quiero decir sobre este tema? ¿Y qué pasa con tu tema? ¿Y qué hay de la investigación con células madre, de los vertederos, del envío de mensajes de texto mientras se conduce, de los cultivos transgénicos o de lo que quieras decir? No puedes escribir una introducción hasta que puedas articular claramente tu enfoque exacto en forma de declaración de tesis. La tesis es la fuerza que guía su artículo y, sin ella, su argumento -y su organización- se desmoronarán.

Empezando por el principio: ¿Cuál es el contexto?

Una vez que haya respondido a estas preguntas, comience a establecer el contexto de su artículo. ¿Cuál es la discusión o el debate en el que se inscribe este argumento? ¿Cuáles son los pros y los contras del tema? ¿Quiénes son los actores implicados? Para establecer el contexto, proporcione información general sobre el tema a su lector, teniendo en cuenta por qué el lector debería preocuparse por este tema. Proporcione suficiente información para que el público preste atención y siga leyendo. Haga que el lector se preocupe lo suficiente como para actuar sobre el tema, si ese es su propósito. Empiece de forma amplia y termine de forma reducida, es decir, ofrezca información general sobre el tema y concluya la introducción con su declaración de tesis.

Lo que NO se debe hacer en una introducción:

– Empiece con su declaración de tesis

– Diga al lector de qué tratará el trabajo (En este trabajo voy a. . .)

– Haga referencia a un diccionario (Según Merriam Webster.com, un vertedero es. . .)

Reflexiones finales

Una vez que tenga un primer borrador de todo el trabajo y esté listo para comenzar el proceso de revisión, vuelva a la introducción para reconsiderar si necesita añadir o eliminar alguna información. Esto es sólo un primer borrador, así que si no está comunicando lo que quieres, siempre puedes revisarlo. Puede que la introducción no sea exactamente como la quieres, pero al menos es un punto de partida para ponerte en marcha.

Recuerda que estas sugerencias son para trabajos de argumentación. Un trabajo de investigación también puede ser un ensayo exploratorio, que será más una investigación que un argumento, y con diferentes propósitos retóricos. Definir el propósito, la audiencia y el enfoque, y luego poner el argumento en contexto, le ayudará a componer una introducción y un ensayo exitosos.