La idea de un «club de viajes» cubre una amplia gama de organizaciones y actividades, desde los tiempos compartidos que son una estafa hasta las membresías legítimas que pueden ahorrarle dinero. Desde luego, no todos son iguales.

Muchos son operaciones legítimas de bajo riesgo, como AARP, AAA y otros promotores de viajes independientes. Los más fiables son aquellos cuyos nombres reconocerá. Algunas cadenas de complejos turísticos se autodenominan «clubes», como los complejos turísticos con todo incluido del Club Med. La afiliación a estos clubes es, en su mayor parte, una inofensiva campaña de marketing, pero puede ofrecer verdaderos descuentos: Las organizaciones más exclusivas pueden estar exentas de los acuerdos que prohíben a las agencias de terceros rebajar sus tarifas.

Las cuotas de afiliación, si las hay, suelen ser nominales -a menudo menos de 50 dólares al año- y se puede renunciar fácilmente si el club no ofrece un valor real. Todo lo que tiene que perder es la cuota inicial mínima. Los descuentos que ofrecen pueden no ser mejores que los que podría obtener a través de otras fuentes, pero tampoco suelen ser peores. En el caso de marcas de viajes tan conocidas como éstas, el riesgo de estafa es mínimo.