La menorragia es una afección en la que una mujer tiene períodos menstruales abundantes o prolongados durante su ciclo mensual regular. Este sangrado menstrual abundante puede ser incómodo y molesto, pero también puede indicar un problema de salud más grave.
Contrariamente a lo que muchos piensan, el ciclo menstrual de cada mujer tiene su propio calendario y variación. Mientras que el periodo medio se produce cada 28 días y dura cuatro días, las fluctuaciones entre 21 y 32 días se consideran normales. Se considera que una menstruación abundante es cuando se empapa una compresa o un tampón cada dos o tres horas. Asimismo, los períodos prolongados son los que duran más de siete días.
Menorragia: problemas de salud subyacentes
Una serie de problemas subyacentes pueden causar un sangrado menstrual abundante, como los fibromas uterinos, tejidos no cancerosos que crecen dentro y alrededor de la pared uterina, explica el doctor Steven R. Goldstein, médico, obstetra y ginecólogo del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y profesor de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York. Si se trata de una menorragia, el médico deberá descartar los fibromas como primer paso.
Otras afecciones que pueden causar un sangrado menstrual abundante son:
- Anovulación, o la incapacidad de los ovarios para producir o liberar óvulos maduros
- Pólipos en el endometrio, el revestimiento interno del útero
- Cáncer de endometrio
- Hiperplasia endometrial, o un engrosamiento del revestimiento uterino
- Función anormal de la tiroides o la hipófisis
- Cambios en los niveles hormonales, como en la menopausia
- Cambios en los anticonceptivos que toma
- Enfermedad inflamatoria pélvica u otra infección
Los cambios en el estilo de vida y los hábitos alimentarios, el estrés, el aumento o la pérdida excesiva de peso, los viajes, el ejercicio intenso y la cirugía o los traumatismos recientes también pueden contribuir a la aparición de la menorragia.
Para algunas mujeres, incluso el parto puede ser una causa. «A veces las hemorragias intensas se producen después de que la mujer haya tenido un hijo, o varios», dice el doctor Goldstein. «El embarazo hace que la superficie del útero se expanda, lo que significa que, tras el parto, hay el doble de superficie que desprender a través de la menstruación que antes, de ahí que el sangrado sea más abundante que antes del parto.»
Menorragia: cuándo consultar a un especialista
Es habitual que los periodos varíen en duración y flujo, por lo que no es necesario ir corriendo al médico cuando un ciclo es abundante. Goldstein sugiere controlar los períodos y visitar a un especialista después de tres ciclos inusualmente abundantes o prolongados.
Su médico puede ordenar ciertas pruebas para determinar la causa específica de su menorragia, incluyendo:
- Una prueba de Papanicolaou, que consiste en obtener células del cuello uterino durante un examen pélvico
- Una biopsia endometrial, que consiste en introducir un instrumento fino a través de la abertura del cuello uterino y tomar una pequeña muestra del revestimiento endometrial
- Una ecografía pélvica, una prueba de imagen que utiliza ondas sonoras para tomar imágenes de sus órganos internos
Todos ellos son procedimientos ambulatorios, aunque algunos pueden requerir anestesia. Los resultados de las pruebas suelen estar disponibles en un plazo de siete días.
Menorragia: opciones de tratamiento
Si se descartan otras afecciones médicas y sigue teniendo menorragia, hay varias opciones a considerar. Hable con su médico sobre si algún cambio en el estilo de vida y los hábitos alimentarios puede ayudar a reducir el sangrado menstrual o si debe considerar los tratamientos médicos, que tienen diversos grados de eficacia y posibles efectos secundarios. Según un estudio, las píldoras orales de progestágeno son un tratamiento habitual para la menorragia y, sin embargo, uno de los menos eficaces. Otro estudio descubrió que es más eficaz administrar hormonas a través de un dispositivo intrauterino (DIU) que libera la hormona progestágeno sintética levonorgestrel dentro del útero. Y un tercero descubrió que el uso de un simple AINE (antiinflamatorio no esteroideo) de venta libre, como el ibuprofeno y el naproxeno, puede reducir la pérdida de sangre menstrual hasta en un 60 por ciento.
Una opción más reciente con resultados en el mismo rango que los AINE es el medicamento ácido tranexámico, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos a finales de 2009. Es el primer medicamento no hormonal que recibe luz verde para la menorragia y se dirige a una proteína que ayuda a la coagulación de la sangre. El ácido tranexámico tiene algunos efectos secundarios; discute todos los pros y los contras con tu ginecólogo.
En situaciones graves, podrías preguntar por la cirugía, como una histerectomía para extirpar el útero (después de la cual ya no es posible tener hijos). Otra opción es la ablación endometrial, menos radical, que elimina el revestimiento del endometrio para que deje de sangrar cada mes. Este procedimiento puede tener que repetirse para que siga siendo eficaz y no debe considerarse si se planea quedarse embarazada en el futuro. Aunque normalmente las mujeres no pueden quedarse embarazadas después de la ablación endometrial, es posible y plantea riesgos para usted y el bebé. Tanto la histerectomía como la ablación endometrial son medidas serias que deben considerarse cuidadosamente.
Debido a que los síntomas de la menorragia varían de una mujer a otra, su médico delineará una o una combinación de opciones para tratar eficazmente su menorragia y ayudarla a pasar su ciclo mensual más cómodamente.
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