Autoridad política y logros
El poder de Octavio se basó en su control del ejército, sus recursos financieros y su enorme popularidad. El sistema de gobierno que estableció, sin embargo, también reconoció e hizo importantes compromisos para renovar el sentimiento republicano. En el año 27 a.C. se presentó ante el Senado y anunció que devolvía el gobierno del mundo romano al Senado y al pueblo. Para mostrar su agradecimiento, los miembros del Senado le otorgaron poderes especiales y le dieron el título de Augusto, indicando su posición superior en el Estado. Se desarrolló un gobierno conjunto que en teoría era una sociedad. Sin embargo, Augusto era de hecho el socio mayoritario. El gobierno se formalizó en el 23 a.C., cuando el Senado
Reproducido con permiso de la
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Dio a Augusto un enorme control sobre el ejército, la política exterior y la legislación.
Como emperador, Augusto se preocupó de todos los detalles del imperio. Aseguró sus fronteras, dispuso la defensa de zonas remotas, reorganizó el ejército y creó una armada. También formó un gran departamento de administración pública, que se ocupaba de los asuntos generales de la gestión del vasto imperio de Roma. Augusto también estaba interesado en fomentar el retorno a la dedicación religiosa y la moralidad de la Roma primitiva. Sus esfuerzos incluyeron la promulgación de leyes para regular el matrimonio y la vida familiar y para controlar la promiscuidad (el comportamiento sexual poco limpio). Convirtió el adulterio (cuando una persona casada mantiene una relación sexual con alguien que no es su cónyuge) en un delito penal, y fomentó la natalidad concediendo privilegios a las parejas con tres o más hijos.
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