Diversos materiales biológicos y no biológicos pueden embolizar el cerebro tras el uso de bombas de bypass cardiopulmonar (BCP) durante la cirugía a corazón abierto, pero su frecuencia relativa e importancia son inciertas. Entre los materiales no biológicos, el antiespumante A, que contiene organosilicatos y silicio, sigue empleándose como aditivo para evitar la formación de espuma. Las recientes mejoras en las técnicas de filtración y oxigenación han reducido claramente la incidencia de grandes émbolos y de complicaciones como el ictus, pero otras secuelas neurológicas tras la cirugía a corazón abierto son frecuentes y en muchos casos mal explicadas. Una técnica histoquímica recientemente desarrollada para la demostración de la fosfatasa alcalina endotelial (AP) se empleó en un estudio post-mortem de cerebros de 8 pacientes y 6 perros que murieron pocos días después de una cirugía a corazón abierto con perfusión de bypass cardiopulmonar. Los cerebros de 38 pacientes y 6 perros que no fueron sometidos a cirugía cardíaca se estudiaron como controles con la misma técnica. Los portaobjetos teñidos con AP son adecuados tanto para el examen microscópico de las secciones gruesas de celoidina como para el posterior procesamiento para la microrradiografía de alta resolución. Se observaron pequeñas dilataciones capilares y arteriolares (SCAD) en los sujetos/animales de prueba, pero no en los controles. Se observaron SCADs en todas las partes del cerebro. Aproximadamente el 50% de las SCADs mostraron birrefringencia cuando se examinaron con luz polarizada. Los SCAD son fenómenos embólicos putativos y se está investigando la naturaleza exacta y la fuente del material embólico. Los estudios preliminares indican un componente glicolipídico. Los SCAD son difíciles de encontrar en las secciones rutinarias de parafina y la mayor parte, si no todo el material ofensivo, parece disolverse durante el procesamiento. Es necesario aclarar la importancia biológica y clínica de los SCAD. Será necesario seguir investigando y perfeccionando la CEC para disminuir o eliminar las complicaciones neurológicas embólicas de la cirugía a corazón abierto y hacerla mucho más segura.