El arce japonés, también conocido como Acer palmatum, es originario de Japón, China y Corea. Debe su nombre botánico a sus hojas en forma de mano con cinco lóbulos puntiagudos. Palma en latín significa palma, como en la palma de la mano. Los arces japoneses más jóvenes suelen tener una corteza verde o rojiza que se vuelve gris claro o marrón grisáceo a medida que envejece.
Las flores de color amarillo verdoso florecen en racimos y aparecen entre mayo y junio. Se convierten en semillas de arce que tienen forma de nuez con alas emparejadas que flotan hacia el suelo como hélices cuando caen. Existen innumerables variedades de arce japonés con diferentes colores, formas y tamaños de hoja.
Los arces japoneses son muy populares como arbustos ornamentales como; Kiyohime, Kashima, Shishigashira y Arakawa. Las variedades de hoja roja (a menudo denominadas simplemente arce rojo) incluyen el Deshojo y el Seigen. Los brotes jóvenes en primavera tienen hojas amarillentas, anaranjadas o incluso de color rojo brillante. También es conocido y popular por sus colores otoñales amarillos, anaranjados y rojos muy atractivos, siendo los arces naranjas y rojos los más populares.
Si necesita ayuda para identificar su árbol, eche un vistazo a nuestra guía de identificación de árboles de Bonsái.
Vídeo del Bonsái de Arce Japonés
Directrices específicas para el cuidado del Bonsái de Arce Japonés (Acer)
Colocación : El Bonsái de Arce Japonés va muy bien en un lugar soleado y ventilado, pero cuando las temperaturas suben a 30 °C o más, debe colocarse en algún lugar con luz solar indirecta para evitar que se dañen las hojas. El arce japonés es resistente a las heladas, incluso cuando se cultiva como Bonsái, pero cuando las temperaturas caen por debajo de los 15 °F (-10 °C), debe protegerse.
Riego: Un Bonsái de Arce Japonés debe ser regado diariamente durante la temporada de crecimiento. Durante los días más calurosos de la temporada de crecimiento, a veces es necesario regar el árbol varias veces, si el suelo está bien drenado y el árbol está sano y vigoroso. Evite regar con agua calcárea, ya que el arce japonés prefiere un valor de pH neutro o ligeramente ácido. Continúe leyendo sobre el riego de los Bonsáis.
Fertilización: Los abonos sólidos y orgánicos contienen todos los micronutrientes necesarios, y tienen un efecto lento y suave. Están muy bien probados, especialmente para los Bonsáis de Arce Japonés más maduros. Asegúrese de seguir cuidadosamente las instrucciones para la dosificación adecuada. Si desea un crecimiento más fuerte en las plantas jóvenes o en la materia prima, puede combinar su dosis habitual con un fertilizante líquido una vez a la semana. Evite los fertilizantes con una alta concentración de nitrógeno para evitar que las hojas y los entrenudos sean innecesariamente grandes.
Perforación: El recorte de brotes y ramitas puede realizarse durante todo el año. Las ramas fuertes deben podarse en otoño o verano, cuando el crecimiento del callo es rápido, para evitar un sangrado excesivo. Para la poda de las ramas gruesas se aconseja utilizar un producto de pasta de corte para prevenir las enfermedades fúngicas que pueden entrar a través de las heridas de la poda. El arce es especialmente vulnerable a algunas infecciones y enfermedades fúngicas. Los nuevos brotes deben podarse hasta uno o dos pares de hojas. Los bonsáis maduros con una ramificación delicada pueden pinzarse para mantener las ramitas finas. Después de que el primer par de hojas se haya desplegado, elimine la pequeña y suave punta del brote entre ellas para evitar que las ramitas se engrosen. Este método debilita el árbol a largo plazo y debe aplicarse de forma específica y reflexiva. Continúe leyendo sobre la poda de los Bonsáis.
La poda de la hoja es la eliminación de todas las hojas durante la temporada de crecimiento para fomentar un segundo brote, a menudo más fino, de crecimiento. No debería hacerse todos los años porque supone un gran estrés para el árbol. Al podar, elimine todas las hojas, pero asegúrese de dejar los tallos de las hojas intactos. La poda parcial de las hojas es un método de poda más suave y menos estresante, por lo que puede realizarse todos los años. Como su nombre indica, la poda parcial no requiere eliminar todas las hojas. Retire las hojas más grandes, las hojas poco espaciadas o las hojas de las zonas más fuertes del árbol.
Replantando: El Bonsái de Arce Japonés debe trasplantarse cada dos años. Tiene raíces fuertes que crecen rápidamente y suelen llenar la maceta en poco tiempo, así que asegúrese de podar las raíces de forma eficiente según las instrucciones de la sección de trasplante de Bonsáis. Utilice una mezcla de tierra bien drenada, como Akadama mezclada con piedra pómez y roca de lava.
Propagación: El arce japonés se puede propagar fácilmente mediante la plantación de semillas, esquejes o por acodo aéreo en verano.
Pestes y enfermedades: El arce japonés es una especie de árbol muy resistente, pero puede verse afectado por los insectos chupadores de savia conocidos como pulgones en primavera. Deshágase de los pulgones con un spray insecticida estándar, y siga las indicaciones de la etiqueta. La marchitez por Verticillium es una enfermedad fúngica que puede provocar la muerte parcial o total del Bonsái de Arce Japonés. Esta enfermedad no es tratable y puede transmitirse a otros árboles a través de sus herramientas de Bonsái. Se puede identificar en los cortes frescos como manchas negras en la madera. Si sospecha que el Verticillium está presente en su(s) árbol(es), asegúrese de limpiar y desinfectar a fondo sus herramientas.
Para obtener información más detallada sobre estas técnicas, consulte nuestra sección de cuidado de los árboles de Bonsái.
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