La hora de la comida debe ser un momento para comer – no para disciplinar, discutir, compartir noticias angustiosas, hacer otras actividades o ver la televisión. El mejor ambiente a la hora de comer es luminoso, limpio, relajado y libre de distracciones.

Presente los alimentos de forma atractiva

  • Utilice una variedad de colores y texturas de alimentos brillantes, según sea apropiado para la edad de su hijo
  • Ofrezca alimentos de dedo o del tamaño de un bocado para los niños pequeños
  • Evite las temperaturas extremas
  • Evite los sabores fuertes, ya que las papilas gustativas de los niños son más sensibles que las de los adultos

Haga que la hora de la comida sea interesante

Intente servir las comidas de diversas formas interesantes:

  • Comidas a la luz de las velas
  • Asado o picnic
  • Una comida «sólo con los dedos»
  • Alimentos de desayuno para la cena

No Forzar a su hijo a comer

Forzar a los niños a comer refuerza los malos hábitos alimenticios, como comer cuando no tienen hambre o limpiar el plato cuando ya están llenos. Recompensar a su hijo por comer, castigarlo por no comer u obligarlo a comer puede reforzar su mal comportamiento. Además de causar un ambiente desagradable a la hora de comer, estos comportamientos pueden crear un comedor quisquilloso o hacer que su hijo tenga sobrepeso.

No soborne a su hijo para que coma

Los alimentos proporcionan los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para crecer y estar sano. Engañar a su hijo para que coma puede dar otros significados a la comida. Su hijo puede entonces desear ciertos alimentos, evitar algunos o, en general, volverse quisquilloso u obsesivo con la comida.

Abordar el mal comportamiento a la hora de comer

Si es posible, ignore el mal comportamiento. Si el mal comportamiento continúa, retire la comida con calma y sin comentarios hasta la siguiente hora de la comida o la merienda. El objetivo es que su hijo aprenda que la hora de la comida es para comer, no para jugar.

Evite servir las comidas cuando su hijo esté demasiado cansado

Su hijo puede necesitar una breve siesta antes de la comida. Un niño cansado no podrá concentrarse en comer y practicar un buen comportamiento a la hora de comer.

Desarrolle una rutina de comidas

Los niños necesitan una rutina de comidas de la que depender, para que no se preocupen de cuándo llegará la próxima comida. Si los niños saben que tendrán un tentempié entre las comidas, será menos probable que coman en exceso por miedo a quedarse con hambre antes de la siguiente comida.

Permita que su hijo ayude

Un niño puede ayudar a poner la mesa, doblar las servilletas, recoger la mesa, lavar los platos u otras tareas. Su hijo también puede ayudar a hacer la compra y a preparar las comidas. Estas tareas pueden ser oportunidades para enseñar a su hijo a comer de forma saludable.