El afterglow, cuando se utiliza en el contexto del consumo de drogas recreativas, se refiere a los efectos físicos y mentales positivos que persisten después de que los efectos principales de una droga hayan disminuido, o después de que la experiencia máxima haya disminuido. Este estado suele caracterizarse por una sensación de distanciamiento o de mayor claridad psicológica. El término se asocia más comúnmente con los alucinógenos, especialmente los psicodélicos y los entactógenos. El psiquiatra Walter Pahnke describió el afterglow como un «estado de ánimo elevado y enérgico con una relativa libertad de las preocupaciones del pasado y de la culpa y la ansiedad»
Este fenómeno contrasta con la resaca, una condición que sigue al uso de varias sustancias, incluyendo el alcohol.
Efectos comunes del afterglow son descritos por muchos consumidores de drogas:
- Aumento de la confianza
- Estado de paz interior
- Sentirse «limpio»
- Insomnio
La mayoría de las drogas no suelen causar afterglow, pero algunas (como el MDMA) pueden hacerlo.
El afterglow también puede ocurrir después del uso de drogas disociativas, como los antagonistas NMDA, DXM, ketamina y PCP. Estas formas de afterglow, en contraste con los afterglows psicodélicos, suelen dejar al usuario con una capacidad mental disminuida. Muchos informan de que su cerebro se siente como «papilla». El sujeto puede sentir una falta de iluminación obtenida del viaje e incluso dejar al usuario con un sentido extraño de sí mismo.
También vale la pena notar que el afterglow ocurre después del comedown. El afterglow se desvanece lentamente, pero puede durar tan sólo 24 horas, mientras que se ha informado que la fase positiva post-aguda de los efectos de las drogas psicodélicas (caracterizada por un estado de ánimo elevado y apertura) se extiende entre 6 y 8 semanas.
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