A veces, la halitosis puede atribuirse fácilmente a algo que ha comido. Es comprensible que su aliento huela a ajo durante las horas posteriores a la ingesta de ajo, por ejemplo. A veces, sin embargo, el mal aliento puede indicar una condición médica, que puede ser grave. El tipo de mal aliento que tenga puede ayudar a su médico a determinar cualquier problema médico subyacente, así que, si tiene alguno de los tipos de halitosis que se describen a continuación, acuda a su dentista y a su médico para tratar el mal aliento y el problema subyacente.

El aliento que huele a sulfuro, parecido al olor de los huevos podridos, puede indicar un problema en el tracto digestivo. Cuando los microbios intestinales sanos descomponen el azufre, se liberan gases con olor a azufre. Esto puede ser causado por la ERGE, o enfermedad de reflujo gastroesofágico, que es causada por los ácidos del estómago que se filtran de nuevo desde el estómago hacia el esófago, o puede indicar otras preocupaciones con el sistema digestivo.

Si su aliento huele dulce o afrutado, esto puede indicar cetoacidosis. La cetoacidosis es una complicación grave de la diabetes, generalmente de tipo 1. Cuando el organismo no produce suficiente insulina, como ocurre con la diabetes, la quema de grasas produce cetonas. El olor de las cetonas puede parecerse al de la acetona, con un aroma marcadamente afrutado. Este aroma afrutado y a acetona también puede ser causado por la insuficiencia renal crónica, que también puede ser un síntoma de la diabetes.

Las acumulaciones microbianas, las infecciones o los crecimientos en los senos paranasales pueden hacer que el aliento tenga un aroma a hongos o moho. Las infecciones de los senos paranasales pueden provocar un goteo postnasal de mucosidad espesa y de color oscuro que se filtra desde los senos paranasales hasta la parte posterior de la garganta. Cuando este goteo postnasal se acumula y se combina con microbios, partículas de alimentos y metabolitos, puede provocar un aliento maloliente. El tratamiento de la infección de los senos paranasales y la prevención del goteo post-nasal suelen reducir o eliminar el olor.

Si su aliento huele a heces, es posible que tenga un bloqueo intestinal u obstrucción intestinal. Esto ocurre cuando las heces se acumulan en el sistema digestivo, impidiendo que los intestinos procesen los desechos. Si está estreñido y su aliento huele a heces, es imperativo que busque atención médica inmediata, ya que es probable que tenga una obstrucción intestinal o un bloqueo intestinal.

Por último, el aliento con olor a pescado puede indicar daño renal. Los riñones eliminan las sustancias químicas tóxicas de la sangre y las convierten en orina, que luego se libera de forma natural del cuerpo. Si los riñones sufren un daño importante, pueden perder la capacidad de filtrar estas toxinas de la sangre, lo que permite que los residuos y las toxinas se acumulen en el cuerpo y den lugar a un aliento con olor a pescado.

Aunque unos buenos hábitos de higiene bucal y unos cambios en la dieta, como dejar de fumar, pueden ayudar a eliminar la halitosis, hay algunos tipos de mal aliento que pueden indicar un problema de salud mayor. Su dentista puede ayudar a determinar qué problemas subyacentes pueden estar causando su mal aliento y puede remitirle al médico adecuado. De este modo, los dentistas son la primera línea de defensa para mantener la salud, no sólo la bucal. Asegúrese de visitar a su dentista cada seis meses para someterse a revisiones periódicas, y programe una cita para un examen antes si nota alguno de estos tipos inusuales de mal aliento. En la mayoría de los casos, la intervención temprana puede suponer una gran diferencia.

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