La sobrecarga cognitiva en el eLearning: 7 datos que todo profesional del eLearning debe conocer

Los alumnos en línea tienen que enfrentarse a muchas distracciones y luchas cotidianas. Como tal, usted necesita crear condiciones de aprendizaje que les den una amplia oportunidad de absorber la información en lugar de bombardearlos con tantas ideas y conceptos que cortocircuiten sus mentes y pongan aún más estrés sobre sus hombros. He aquí 7 hechos que todo profesional del eLearning debería conocer para evitar la sobrecarga cognitiva y mejorar la retención de la memoria.

Los visuales triunfan sobre el audio y el texto

El cerebro humano puede recordar la información con mayor eficacia cuando está en un formato visual. Por ejemplo, ver un diagrama o un gráfico puede ayudarnos a entender el tema mejor que una narración de audio o una lista de viñetas. También es importante tener en cuenta que nuestras mentes procesan los distintos estímulos de manera diferente. Por lo general, la información entra en una categoría auditiva o visual. Somos capaces de absorber datos auditivos y visuales a la vez. Sin embargo, no puede decirse lo mismo de las imágenes y los materiales basados en texto.

Nuestros cerebros no pueden realizar varias tareas a la vez

Muchas personas afirman ser adeptos a la multitarea, pero la simple verdad es que el cerebro no está equipado para ello. Es decir, somos incapaces de dedicar toda nuestra atención a múltiples tareas a la vez. Por ejemplo, sólo podemos concentrarnos en una tarea o tema a la vez. Si se nos lanzan demasiados materiales, el cerebro debe lanzar la red tan ampliamente que se rompe, dejando que todos los elementos clave se escapen. Por esta razón, es crucial dar a los alumnos en línea tiempo para completar cada actividad o módulo de eLearning antes de pasar al siguiente. Permítales absorber completamente la información y luego presente el siguiente tema.

Hay 3 tipos diferentes de memoria a tener en cuenta

La mayoría de nosotros piensa en la memoria como un único compartimento en nuestra mente. Es donde almacenamos toda la información crucial que recopilamos a lo largo de los días, así como algunos datos irrelevantes que despiertan nuestro interés por una u otra razón, como memorizar cada palabra de la canción principal de un programa de televisión. Sin embargo, en realidad hay 3 tipos diferentes de memoria que entran en juego :

a. Sensorial

La primera etapa del procesamiento de la información, cuando la mente comienza a aceptar los estímulos externos y toma una instantánea mental de los datos importantes. Esto evita que nos inunden todas las imágenes y sonidos que nos rodean.

b. Trabajo

Si la información consigue superar las guardias sensoriales, se canaliza hacia la memoria de trabajo. Los elementos esenciales se procesan, mientras que la información extraña se aparta. La memoria de trabajo sólo es capaz de albergar unos pocos datos en un momento dado.

c. A largo plazo

La última etapa del proceso es el almacenamiento de la memoria a largo plazo. Aquí es donde se coloca en categorías y se retiene para su uso posterior. Sin embargo, no existe una memoria eterna y la curva del olvido puede ir desgastando los datos.

Los profesionales del aprendizaje deben tener en cuenta los tres tipos de memoria para evitar la sobrecarga cognitiva y mejorar la retención. Por ejemplo, un exceso de estímulos visuales puede sobrecargar nuestra memoria sensorial, impidiendo así que los datos y las estadísticas relevantes lleguen a la memoria de trabajo.

Las decisiones, las distracciones y el exceso de eficiencia forman parte de la ecuación de la carga cognitiva

Según un estudio realizado por P. Waddington, titulado «Morir por la información» , hay tres factores que pueden tener un impacto directo en la sobrecarga cognitiva. El primero es la abundancia de oportunidades para tomar decisiones. El segundo son las distracciones o interrupciones de la formación a las que debemos hacer frente. El último es la necesidad constante de gestionar cada momento de nuestro día para maximizar la eficiencia. Todo ello culmina en un estrés que impide que nuestra mente asimile la información de forma eficaz.

Tres es el número mágico para el procesamiento de la información

El cerebro sólo puede trabajar con tres nuevas piezas de información simultáneamente antes de empezar a sobrecargarse. Somos humanos y nuestros bancos de memoria tienen una capacidad limitada. Sin embargo, fragmentar la información puede ayudar a aumentar ese número mágico. Por ejemplo, agrupando conceptos o ideas relacionadas para que se conviertan en un conjunto de datos.

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La recuperación activa estira los límites de la memoria de trabajo

Ciertos conocimientos preexistentes están tan arraigados en nuestros bancos de memoria que requieren muy poca energía mental. Estos esquemas mentales consisten en conjuntos de datos que nuestro cerebro puede procesar como una sola unidad, en lugar de múltiples ideas. Así, podemos ampliar los límites de nuestra memoria de trabajo conectando los nuevos conceptos con los esquemas mentales preexistentes.

Los esquemas mentales son los bloques de construcción de la retención del conocimiento

Los esquemas mentales merecen su propia sección en este artículo, ya que son la base de todos los procesos de memoria. Nuestros cerebros utilizan los esquemas mentales para almacenar la información de forma eficiente. Es como un archivador que nos permite organizar y luego recordar ideas en un momento posterior. La nueva información que nuestra memoria de trabajo considera válida se traslada a la memoria a largo plazo, donde se guarda en la estructura del esquema mental, junto con la información más antigua que hemos reunido a lo largo de los años. Esto nos permite recordar más durante más tiempo.

La sobrecarga cognitiva nos ocurre a los mejores, incluso a aquellos que se enorgullecen de su memoria «trampa de acero». Como profesionales del eLearning, nuestro trabajo consiste en crear recursos de formación online que se queden grabados, en lugar de abrumar a los alumnos online con una abundancia de puntos de datos y estímulos visuales, con la esperanza de que algo se abra paso. No se trata de darles la información que necesitan, sino de hacer que la información sea fácil de absorber y asimilar. Así, son capaces de aplicar su formación en situaciones del mundo real y ampliar su esquema mental.

¿Sabe cómo dar a sus alumnos online la cantidad justa de información para evitar la sobrecarga cognitiva? Lea el artículo 7 consejos para reducir la sobrecarga cognitiva en el eLearning para descubrir 7 consejos para reducir la sobrecarga cognitiva al diseñar experiencias de eLearning.

1. Mind Tools. s.f. «Teoría de la carga cognitiva: cómo ayudar a las personas a aprender eficazmente». Consultado en junio de 2018. https://www.mindtools.com/pages/article/cognitive-load-theory.htm.

2. Waddington, P. 1996. Morir por la información: una investigación sobre la sobrecarga de información en el Reino Unido y en el mundo. London: Reuters Business Information.

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