7 beneficios de la oración en pareja
«Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». – Mateo 18:20
Recientemente, la oración de la pareja ha sido el tema de una creciente investigación.
Muchas parejas casadas que han confiado en la oración para abordar los problemas maritales informan que el uso de la oración en su matrimonio tiende a aumentar su nivel de satisfacción dentro del matrimonio.
Muchas parejas informan que la oración dejó una impresión constante en sus pensamientos y acciones a lo largo del día, haciendo su interacción más positiva.
Los investigadores han descubierto lo que las personas de fe de todo el mundo saben desde hace tiempo: los matrimonios reciben fuerza de la oración.
¿Pero cómo fortalece la oración a los matrimonios?
Según las investigaciones, la oración tiene los siguientes efectos en las relaciones matrimoniales…
La oración te mantiene humilde
Cuando eres humilde, tu corazón está abierto al cambio y al crecimiento.
Tienes una voluntad renovada de trabajar para permanecer juntos.
Cuando rezamos, estamos mostrando nuestra reverencia a Dios y al otro. Es difícil juzgar y discutir cuando estás en esa postura porque la oración elimina el egoísmo.
La oración ayuda a perdonar
Además, cuando eres humilde en tu postura de oración, tu corazón se abre a la comprensión en lugar de acusar.
La oración tiene un efecto calmante. Alivia las emociones y ayuda a las parejas enojadas a resolver los conflictos más fácilmente.
Cuando las parejas se acercan a Dios y deciden orar, sus corazones y sentimientos se suavizan.
Cuando oran juntos por el dolor, entonces están en el camino del perdón.
La oración engendra aprecio
Cuando das gracias a Dios por las bendiciones que hay en tu vida, tu cónyuge (por muy frustrado que estés con él) acabará entrando en la lista.
Cuando usted muestra su aprecio por él, él lo mostrará por usted, y usted comenzará a crear una lista de «amores» en lugar de «molestias».
La oración fortalece el vínculo
La oración no sólo abre la comunicación entre usted y Dios, sino que fortalece los vínculos del matrimonio.
Los estudios han comprobado que el viejo adagio: «Las parejas que rezan juntas, permanecen juntas» es cierto.
En una encuesta reciente de Gallup se reveló que «entre las parejas casadas que asisten juntas a la iglesia con regularidad, la tasa de divorcio es una de cada dos. Esa es la misma estadística para los matrimonios fuera de la iglesia.
Sin embargo, entre los matrimonios que rezan juntos diariamente, la tasa de divorcio baja a uno de cada 1.153″. La oración refuerza la conexión entre las parejas y, como resultado, ¡los matrimonios se fortalecen!
La oración fomenta la unidad
Cuando nos presentamos ante Dios como pareja, estamos viniendo como un equipo y recordando que estamos del mismo lado.
Los jugadores del equipo tienen metas y dirección comunes. Las parejas que rezan juntas refuerzan esos objetivos y esa conexión.
Cuando ofrecemos nuestras oraciones a Dios juntos estamos alineando naturalmente nuestros corazones como parejas para una esperanza y un resultado compartidos.
Tomar las manos de su cónyuge es una representación física de la unidad. Rezar con su cónyuge proporciona la unidad espiritual a través de Dios. La unidad física y la unidad espiritual son lazos que unen y no se rompen fácilmente.
La oración invita a Dios a su relación
Cuando Dios está en el centro de nuestro matrimonio, tenemos una brújula y una guía «incorporada».
Dios da la dirección y la sabiduría que nosotros como parejas anhelamos en nuestra relación.
Al orar juntos estamos invitando a Dios a nuestra relación y acogiendo su mano en nuestras vidas.
Él traerá sanación y alegría mientras nos conduce con ternura por el camino que nos ha trazado.
La oración cambia las cosas
No estoy diciendo que las parejas que oran juntas tengan una relación perfecta.
Pero sí diré que, incluso en los momentos difíciles, la oración da esperanza.
Los matrimonios que tienen dificultades o están en crisis pueden ser reparados cuando Dios está en su centro. Él siempre es fiel y quiere lo mejor para nosotros.
Incluso los buenos matrimonios pueden hacerse grandes cuando estamos abiertos a la guía y dirección de Dios a través de la oración.
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