Su lengua es tan crucial para su vida diaria. No sólo la utilizas para hablar y para comer, sino que la lengua es a menudo un indicador de tu salud en general. Por eso es tan notorio e incómodo cuando tu lengua tiene una ampolla. Obtenga más información sobre los tres tipos comunes de ampollas en la lengua, los síntomas comunes y cuándo debe buscar tratamiento.

1. Aftas

Las aftas son infecciones orales muy comunes, y la mayoría de las personas las experimentan en algún momento de su vida. Las lesiones suelen ser pequeñas, de menos de un tercio de pulgada de diámetro. Son frecuentes las ampollas debajo de la lengua, en el interior de las mejillas, en las encías o en la propia lengua. Puede reconocer las aftas por el centro blanco o amarillo y el borde rojo, pero pueden empezar como puntos rojos dolorosos o bultos que se convierten en las úlceras con bordes rojos.

Las aftas son incómodas. Afortunadamente, el dolor suele desaparecer en siete o diez días, pero las úlceras pueden tardar más de dos semanas en curarse por completo. Las aftas pueden estar causadas por el estrés, las hormonas, la falta de suficientes vitaminas B-12, folato, zinc o hierro, la enfermedad celíaca o un sistema inmunitario debilitado.

Sin embargo, si las llagas de la boca se infectan, otras partes del cuerpo pueden verse afectadas. Por ello, lo mejor es ponerse en contacto con un profesional de la medicina cuando notes signos de infección. Acude a tu médico si notas alguno de los siguientes síntomas junto con las ampollas:

  • Dolor en las articulaciones
  • Fiebre
  • Diarrea
  • Erupciones en la piel

Es posible que no puedas prevenir las aftas, pero puedes acelerar su curación. Mantener una buena higiene bucal mediante el cepillado diario y el uso del hilo dental, y enjuagarse la boca con un enjuague bucal antibacteriano puede limpiar la boca con suavidad, reducir la irritación y favorecer la curación.

2. Candidiasis o aftas

La candidiasis -o aftas- es un crecimiento excesivo del hongo Candida, que crece de forma natural en la boca. La candidiasis bucal se desarrolla cuando las bacterias que protegen los tejidos orales se ven afectadas por los antibióticos, la sequedad bucal provocada por la medicación o el mal ajuste de los aparatos dentales. Los síntomas de la candidiasis bucal son:

  • Mal sabor o disminución del sentido del gusto
  • Partículas blancas de aspecto cursi de hongos en el interior de la boca
  • Partículas rojas e inflamadas de tejido o ampollas bajo los hongos blancos
  • Piel agrietada e inflamación en las comisuras de la boca

La candidiasis bucal necesita tratamiento médico, así que póngase en contacto con su médico. El Centro de Control de Enfermedades considera que la candidiasis bucal suele desaparecer en siete a 14 días con tratamiento. Si los síntomas de la candidiasis se prolongan más allá de este tiempo o se repiten con frecuencia, el médico puede recomendar la realización de pruebas para detectar enfermedades como la diabetes, el VIH o el cáncer.

Los médicos suelen recetar tratamientos antimicóticos para la candidiasis, como pastillas o enjuagues, para los casos leves, o comprimidos para los más graves. Mantenga una higiene bucal adecuada a diario, tome sólo los antibióticos prescritos por su médico y asegúrese de que su boca se mantiene bien hidratada.

3. Cortes u otras lesiones en la boca

Las lesiones como los cortes pueden dar lugar a llagas parecidas a ampollas en la lengua. Por ejemplo, comer alimentos duros y crujientes o caramelos duros, morderse la lengua o beber una bebida abrasadora pueden provocar cortes, ampollas y quemaduras. Esas lesiones pueden dar lugar a dolorosas úlceras que tardan en desaparecer. Pero no debe preocuparse por ellas a menos que desarrolle signos de infección.

Puede prevenir este tipo de lesiones evitando los alimentos o bebidas que puedan causar daños. Para ayudar a promover una curación más rápida, practique la higiene bucal diaria y utilice agua salada tibia o un enjuague bucal antibacteriano.