Sea usted estudiante o padre de uno que se enfrenta al cierre de las escuelas por el coronavirus, este año la «vuelta al cole» significa estudiar en algunas circunstancias inusuales.

El aprendizaje y la enseñanza pueden ofrecer grandes oportunidades de crecimiento académico y personal, pero en medio de los factores de estrés, vale la pena recordar que algunas formas de aprender y retener la información son más eficaces que otras.

Por ejemplo, los estudiantes afirman que recurren a técnicas ancestrales como releer los libros de texto o los apuntes y subrayar las partes importantes, pero estos no son los enfoques más eficaces. Más de un siglo de investigación nos dice que ponerse a prueba con preguntas de práctica y dejar espacio entre las sesiones de estudio (a veces llamado práctica distribuida) mejora el aprendizaje y la memoria a largo plazo. En definitiva, estos enfoques ahorran tiempo.

En mi investigación educativa en el departamento de kinesiología de la Universidad de Western, me interesa cómo aprenden las personas, y qué pequeños cambios pueden hacer los instructores y los estudiantes para mejorar sus resultados. Mi prioridad es entender cómo los estudiantes novatos aprenden anatomía y qué estrategias cognitivas pueden optimizar el aprendizaje, tanto a nivel académico como en la vida cotidiana.

Un joven se sienta frente a la pantalla del ordenador subrayando apuntes
Subrayar está bien, pero no dejes que sea tu principal estrategia para retener la información. ()

Mejorar el aprendizaje

Cuando se utilizan conjuntamente las pruebas de práctica y el estudio espaciado, los investigadores llaman a esta supertécnica «reaprendizaje sucesivo» y sus beneficios son claros.

Por ejemplo, los investigadores de la Universidad Estatal de Kent descubrieron que los alumnos que estudiaban mediante el reaprendizaje sucesivo obtenían puntuaciones en los exámenes un 12% más altas que sus compañeros que utilizaban métodos convencionales. También retuvieron mucha más información cuando se les volvió a examinar días y semanas después de sus exámenes finales. Esta situación se aproxima a la forma en que se podría esperar utilizar los conocimientos mucho más allá de un curso.

Además, un amplio estudio en línea sobre las prácticas de estudio autorreguladas descubrió que el aprendizaje espaciado parece tener los mayores beneficios para los estudiantes con calificaciones más bajas en los exámenes finales y puede incluso amortiguar los efectos de completar menos actividades de aprendizaje a lo largo de un curso.

Hablemos de cómo y por qué funciona esto.

La recuperación de la información es clave para la retención

Sólo una parte de la información que aprendes se convierte en parte de tu conocimiento permanente, o a largo plazo. Cuando aprendes algo nuevo, tu memoria de trabajo mantiene esa información en un estado activo, manteniéndola disponible para que la uses y la combines con otras cosas que ya sabes (memoria a largo plazo) o que estás experimentando en el momento (memoria a corto plazo).

Esto es lo que ocurre, por ejemplo, cuando intentas recordar un número de teléfono. Mientras te concentras en el número, puedes tirar de información relevante sobre la persona a la que piensas llamar o de trucos de memorización que has utilizado para los números de teléfono en el pasado.

Sin embargo, cuando la información de la memoria de trabajo deja de utilizarse, su presencia se desvanece. Su transición de recién aprendida a largamente recordada depende de cómo se utilizó o ensayó la información.

Practicar la recuperación de la información es clave para la retención a largo plazo. Espaciar estas sesiones te da la oportunidad de olvidar lo suficiente para que tu recuerdo sea efectivo, permitiéndote recordar lo que has aprendido, lo que mejora la memoria y ralentiza el olvido.

Por suerte, casi todo, desde las tareas escolares hasta los nuevos idiomas, puede aprenderse de esta manera.

Una estudiante descansa la cabeza, dormida sobre una mesa, con los libros abiertos frente a ella.
Las sesiones de memorización funcionan para recordar al día siguiente, pero pronto olvidarás la mayor parte de lo aprendido. ()

Precaución para los empolladores

El reaprendizaje exitoso puede parecer duro en comparación con las estrategias típicas (aunque ineficaces) como subrayar y releer.

Si has sido un estudiante que ha empollado para un examen, sabrás que para recordar al día siguiente, las sesiones de empollado realmente funcionan. Pero los estudiantes no suelen darse cuenta de cuánto y cuán rápido olvidan el contenido, ya que el curso suele terminar con el examen.

Esto significa que los estudiantes pueden identificar falsamente el empollamiento como una estrategia fácil y efectiva y evitar estrategias más difíciles pero más efectivas como el reaprendizaje sucesivo que en realidad promueve la retención a largo plazo.

Entonces, ¿cómo se «reaprende sucesivamente»?

Desglosa las cosas en tres pasos

Estipula un objetivo: Averigua qué vas a estudiar -como los temas clave de una conferencia o un manual de conducción- y cuándo lo harás, creando y siguiendo un calendario. Intenta realizar sesiones de estudio más cortas y espaciadas en el tiempo. Por ejemplo, cinco sesiones de una hora son mejores que una sesión de cinco horas.

Practica: Cree oportunidades para recordar lo que ha aprendido para ayudar a trasladar la información al almacenamiento a largo plazo. Las aplicaciones de tarjetas de memoria en línea son estupendas (echa un vistazo a opciones gratuitas como Anki y Flashcards by NKO), aunque todo lo que realmente necesitas es papel y un bolígrafo.

Si eres estudiante, intenta dejar espacios en blanco en tus apuntes del curso para recordar y escribir los conceptos después de la clase.

Si eres profesor, incluye pruebas informales en tus clases. Más allá de modelar la técnica, también ayuda a los estudiantes a mantener su atención, a tomar mejores notas y reduce la ansiedad ante los exámenes.

Consolida el éxito: Comprueba tu trabajo y controla tu progreso a lo largo del tiempo. Si estás recordando algo con éxito la mayor parte del tiempo, puedes disminuir la frecuencia con la que repasas ese contenido y sustituirlo por otro nuevo a medida que avanzas. Recordar deliberadamente la información es el ingrediente crítico para el reaprendizaje sucesivo, así que asegúrate de fijarla en tu memoria escribiendo y comprometiéndote con una respuesta antes de revisar tus apuntes o tu libro de texto.

Recuerda que sin la práctica del recuerdo deliberado, poca información llega a tu memoria a largo plazo, lo que inhibe el aprendizaje efectivo a largo plazo.

Así que deja el subrayador y prueba algo nuevo. El simple hecho de pensar regularmente en un tema y recordar los detalles es una verdadera oportunidad de éxito.