En este capítulo se analiza la formación de la identidad durante la adolescencia y la juventud centrándose en dos destacados modelos contemporáneos. Ambos modelos son extensiones del modelo original de formación de la identidad de Marcia (1966), en el que las dimensiones de compromiso y exploración se dividen en tres o cinco procesos. Revisamos la investigación sobre las tendencias generales del desarrollo en la formación de la identidad, la heterogeneidad de estas tendencias y los mecanismos de nivel micro (es decir, cotidiano) que impulsan el desarrollo de la identidad. Para mostrar por qué hay que preocuparse por el desarrollo de la identidad de los adolescentes y los adultos jóvenes, se revisan los hallazgos empíricos que destacan los vínculos entre los procesos de identidad y el ajuste en varios dominios. Estos dominios abarcan los síntomas psicopatológicos, las emociones, el funcionamiento académico y diversas relaciones interpersonales dentro de la familia y con los compañeros. Se discute la relevancia de la formación de la identidad para el desarrollo de la personalidad en general, ya que se revisan las teorías y los hallazgos empíricos sobre las asociaciones de la identidad con los rasgos normativos y patológicos de la personalidad. Concluimos que la investigación sobre la formación de la identidad está floreciendo y señalamos algunas direcciones para la investigación futura.